El Templo está en el centro de Shanghai y fue construido en 1882 para albergar dos estatuas de Buda realizadas en jade y llevadas a China desde Birmania. Actualmente en el templo viven unos 80 monjes budistas. En la decoración resaltan el rojo y el dorado, lo que lo hace muy llamativo y atractivo. Además de las figuras de jade, el templo cuenta con muchas imágenes de Buda y de los señores o guardianes del budismo. Es un lugar muy lindo, lleno de pequeños rincones, perfume de incienso, peces de colores, monjes marrones y silenciosos, muy jóvenes, gente que hace ofrendas. Todo es paz y tranquilidad, un descanso en la ruidosa, contaminada y exagerada Shanghai. Dan ganas de quedarse allí todo el día, pero hay que seguir porque nos esperan muchas cosas aún. Shanghai recién empieza.
martes, 19 de enero de 2010
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