Llegué a Amsterdam el 22 de diciembre y después de algunas aventuras en el aeropuerto (interrogatorio policial y pérdida de la valija) me instalé en el apartamento de Rodrigo. Es un apartamento chico pero muy luminoso y práctico. Tiene un entrepiso que se transformó en mi dormitorio. Está en un cuarto piso de una típica casa de Amsterdam y para llegar hay que subir una escalera interminable que va a lograr que yo llegue a España con piernas fuertes y torneadas (!). Desde las ventanas del apartamento se ve Museumplein (Plaza de los museos). Es una plaza muy grande en la que se encuentra el Museo Van Gogh y el Rijkmuseum (Museo Nacional). Al otro lado de la calle está el Concertgebouw (Palacio de los Conciertos), una sala de una acústica casi perfecta que la coloca entre las tres mejores del mundo para conciertos de música clásica.
Amsterdam me recibió con nieve. Una ciudad blanca, resbaladiza y fría. Oscurece muy temprano, a las 5 de la tarde ya es casi noche. Y es el momento de visitar las cervecerías. Pero eso será otro capítulo.
interesante.... pero sos una terraja....
ResponderEliminarno podes mudarte al primer mundo y cambiarte el nomber a Cristin....!!!!!
Leo, sos un tipo poco observador. Desde el año pasado mi tambor se llama CrisTin. Igual te quero.
ResponderEliminarCrisTin seras zorra!! me hiciste reir capa total!!.muy bueno el espacio!!!!
ResponderEliminarBesos y......a romper todo!!!
me embola discutir con alguien que solo tiene mas de 200 cervezas para tomar....
ResponderEliminarSer una terraja que hace reir capa y que embola discutir con ella de cerveza, me parece una definición sacada del búlgaro, jjajaj, pero me encanta.
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