jueves, 31 de diciembre de 2009

43

(Foto de Internet)

Van Gogh llenó mis ojos de color, de formas y de soledad. Hoy estuve dos horas con el maestro en el Van Gogh Museum de Amsterdam. Me lo regalé de cumpleaños.


Gracias a todos por los saludos, un calorcito imprescindible en estas latitudes.


Mañana nos vamos a China hasta el 10 de enero.


Hasta la vuelta!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Zaanse Schans

Estación Central de Amsterdam





El 26 de diciembre (cumpleaños de Leo), aprovechando un poco de sol que se asomaba muy tímidamente, Rordigo y yo nos fuimos a la Estación Central de Amsterdam para tomarnos un tren a Koog-Zaandijk. La Estación Central es enorme y el tren en el que viajamos muy cómodo y moderno. Como no podía ser de otra manera, los trenes tienen puertas especiales por donde se pueden subir las bicicletas.
El viaje fue corto, unos veinte minutos para recorrer siete kilómetros aproximadamente. Al llegar caminamos unos quince minutos por un pueblo precioso y chiquito, con casas coquetas, calles impecables y un delicioso aroma a chocolate en el aire generado por las fábricas que hay allí.
En la orilla del río Zaa aparecieron los famosos molinos que son tan caracerísticos de las postales de Holanda. Antiguamente había mas de mil sobre estas orillas, hoy se pueden ver seis molinos aún en funcionamiento y son una gran atracción turística. Esto útimo lo saben los turistas orientales que generan superpoblación allí a donde van.
Estamos en Zaanse Schans, un pueblito que parece prefabricado, con casitas de cuentos de hadas, de madera pintadas en tonos de verde, cabras, ovejas, patos, lagos, canales y puentecitos, nieve y resbaladizo hielo.
En el pueblo hay un lugar en el que muestran cómo se hacen los zuecos de madera y hay miles de zuecos para vender, desde llaveros hasta zuecos de verdad, pintados de llamativos colores. También hay una quesería en el que se puede degustar muchos tipos de queso distintos y de la que no es fácil salir: da pena dejar tanto queso delicioso en los platitos. Como se imaginarán, hice honor a la quesería holandesa.
Nos tomamos una buena taza de café con leche con crepes de queso y panceta con una salsa de sirope en un restaurante que se llama "De Kraai".
Volvimos a Amsterdam cuando ya era de noche pero el reloj apenas marcaba las 5 de la tarde.

martes, 29 de diciembre de 2009

Amsterdam: las bicicletas




Es por todos conocido que en Amsterdam las bicicletas son un medio de transporte habitual. La cantidad de bicicletas que circula por la ciudad es asombrosa. Las utilizan hombres y mujeres, jóvenes y viejos, padres con niños, parejas con los bolsos del supermercado, un muchacho con el violonchelo a la bandolera, una señora de taco, falda, maquillaje y elegante sombrero... todos recorren la ciudad raudamente en sus bicicletas. Andan a todas horas del día, con lluvia, con nieve, con frío. Da la sansación de que hay mas bicis que personas. Tienen carriles exclusivos por donde circulan y están bastante bien señalizados. A pesar de eso me he llevado algún que otro "rezongo" de los ciclistas por caminar por su carril. Una señora detuvo su bicicleta y me explicó en muy buen tono que yo debía caminar por el otro lado, que por ahí solo pasaban bicis. Todo esto lo deduzco porque la señora me hablaba en holandés. Tal vez fue mas brusca y me llamó "turista idiota que no entiene las señales", pero prefiero pensar que fue una amable lección de urbanidad.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Amsterdam



Llegué a Amsterdam el 22 de diciembre y después de algunas aventuras en el aeropuerto (interrogatorio policial y pérdida de la valija) me instalé en el apartamento de Rodrigo. Es un apartamento chico pero muy luminoso y práctico. Tiene un entrepiso que se transformó en mi dormitorio. Está en un cuarto piso de una típica casa de Amsterdam y para llegar hay que subir una escalera interminable que va a lograr que yo llegue a España con piernas fuertes y torneadas (!). Desde las ventanas del apartamento se ve Museumplein (Plaza de los museos). Es una plaza muy grande en la que se encuentra el Museo Van Gogh y el Rijkmuseum (Museo Nacional). Al otro lado de la calle está el Concertgebouw (Palacio de los Conciertos), una sala de una acústica casi perfecta que la coloca entre las tres mejores del mundo para conciertos de música clásica.
Amsterdam me recibió con nieve. Una ciudad blanca, resbaladiza y fría. Oscurece muy temprano, a las 5 de la tarde ya es casi noche. Y es el momento de visitar las cervecerías. Pero eso será otro capítulo.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Novata

Estoy intentando tener un blog. Quiero un sitio donde contar a mis amigos mis experiencias de viaje y de vida desde el 21 de diciembre en adelante. Veremos qué sale de este intento.